Milford Sound, sin palabras

Después de un recorrido de 2 horas donde pasamos por todos los climas y paisajes posibles llegamos a Milford Sound, por el camino empezamos por la llanuras doradas que tan bien se aprecian en El Señor de los Anillos cuando vemos Rohan, pasamos por los boques antiguos y cerrados que apenas dejaban pasar la luz del sol, que tan bien se ven en El Hobbit en el bosque negro, y pasamos por las montañas más altas del país que rondan los 2.500 y 3.000 metros que claramente recuerdan a las montañas nubladas de los libros de Tolkien; todo esto acompañado de sol, lluvia, niebla, viento and repeat.

Por qué todo visitante de la isla sur de Nueva Zelanda debe visitar este pequeño pueblo? Una imagen vale más que mil palabras

Aunque es el país de los kiwis, entendiendo kiwis como animal y no como fruta, que allí en Europa tendemos a la equivocación, no habíamos visto ninguno, pero tuvimos la suerte de nada más llegar

a Milford ver este primo cercano de tan extraña ave.

Qué más decir de Milford Sound? Uno de los fiordos más antiguos del mundo, donde la naturaleza parece haberse apoderado de todo y haya dejado un reducto para los humanos, se pueden observar en dicho fiordo toda clase de animales y plantas sin olvidar esas moles de piedra que, impresionantes se alzan más de 2.500 metros sobre el nivel del agua, dejando entrever cascadas de cientos de metros.

Si ya me impresionaron los fiordos en mi viaje a Noruega tengo que decir que este no se queda atrás. Una vez completada la visita tocaba recorrido hasta Dunedin, la ciudad más importante de la isla sur, pero eso lo dejamos para otro post que quedan mucho kilómetros hasta llegar allí.