Estoy en la isla de Lantau, la isla más grande de las que componen la región de Hong Kong, que curiosamente es la más despoblada de todas. En esta isla además de encontrar uno de los templos budistas más importantes de la región, nos encontramos con la estatua de Buda más grande del mundo. La impresión al llegar es que desde la cima de la montaña donde lo ubicaron se eleva majestuoso como un vigilante de toda la isla.
Como habéis visto no he tenido suerte con el tiempo, ya que ha salido un día bastante nublado, pero aún así la figura de esta colosal estatua se eleva y se hace visible para los cientos de fieles y turistas que se han acercado por la zona.
Una vez arriba y recuperado el aliento, nada menos que unos 400 escalones os esperan en esta inesperada ascensión, momento para disfrutar de la magnificencia de la estatua, desde arriba es bastante complicado conseguir la foto en que se vea completa, y si lo conseguís os quedará algo así
Una vez cerrado el capítulo del templo y la estatua, una de la excursiones que más promocionan en la zona es la de visitar el pueblo de Tai O, un pueblo de pescadores del que se atreven a decir que es la Venecia de Hong Kong, pufff! No se lo creen ni ellos! La auténtica verdad, es que es un pueblo de pescadores que empezaron a construir sus casas de madera y chatarra sobre el agua años atrás.
Las angostas calles tienen un especial olor, ya que aunque las casas son pequeñas disponen todas de un pequeño expositor donde se ven las capturas del día, pescados secos y demás cosas dudosamente comestibles en occidente. Han sido pocas cosas o casi ninguna las que no os he recomendado hacer o visitar durante todo el viaje, pero esta claramente os la podéis ahorrar.
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