Ahora volviendo al asunto de los neones, os recomiendo cuando vengáis por aquí, os perdáis y vayáis por la calles menos turísticas o principales, porque no hay peligro de ningún tipo, y porque además podréis ver auténticos rompecabezas de neones colocados estratégicamente para anunciar lo que posiblemente sea un comercio, y digo posiblemente porque se me atraganta un poco el idioma local.
Es bastante impresionante el despilfarro energético aquí, porque además de los miles de neones, hay que sumar que cada mini casa tiene aire acondicionado y lo tienen puesto todo el día, en fin que mucha mentalidad verde no tienen. Pero por suerte, sí tienen zonas verdes, y muy verdes, al día siguiente me subí a una de las atracciones más turísticas y conocidas de la isla, el Peak. Es el punto más alto de la ciudad desde donde en teoría se ve la parte de Central Hong Kong y Kowloon, pero como el tiempo está como está, no se veía nada, así que decidí dar una vuelta por los alrededores, aunque las fotos parezca fantasmagóricas tengo que decir que el sitio era especialmente bonito con toda es niebla y casi sin luz. (las fotos están hechas sin ningún tipo de filtro)
Aunque quizá lo más famoso de este punto, sea el tranvía que te lleva desde el mismo centro de la ciudad hasta arriba, sube una pendiente bastante inclinada, tanto es así, que cuando bajas estás sentado en sentido opuesto a la pendiente, de no ser así te caerías hacia delante.
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