Última entrada, acaba la aventura de Blow Around The World

Esto no es un final, es cerrar el capítulo de una de las aventuras más grandes que he tenido la oportunidad de hacer en mi vida, y cómo no, debía tener un final acorde e igual de memorable a la dimensión de la aventura, espero que os guste tanto como me ha gustado a mi hacerlo.

Debido a que blogger no permite calidad 1080 lo he subido a youtube , pero primero para entenderlo es necesario ver este VIDEO

Una vez visto, ya podéis el gran final y lo que da nombre al blog en este VIDEO

Nos vemos en la siguiente!

Cuando una imagen vale más que mil palabras

Dubai, porque sólo el dinero pone el límite

Después de pasar un día más de lo esperado en Hong Kong debido al Monzón, por fin llego a Dubai, a mi llegada, ya en el aeropuerto, me percato del detalle del lujo, un aeropuerto que se parece más a un centro comercial de lujo que a un lugar donde aterrizan y despegan aviones...

Una vez atravieso el control de aduanas busco un taxi y para el hotel, ya que son horas de madrugada y no había tiempo ni ganas de visitar nada esa noche.

Al día siguiente con las pilas cargadas y siendo consciente de que sólo tenía ese día para ver toda la ciudad salí temprano. Primer choque de realidad el calor, aproximadamente las 9 de la mañana y 34º C en Mayo! No sé qué será de esta gente en Agosto... Rápidamente voy al metro, donde nada más pasar la puerta me encuentro el aire acondicionado más frío del mundo, estaba a 18º C! Se agradece sí, pero esto no puede ser sano. Para futuros visitante os diré que hay un billete que cuesta unos 2€ y con él puedes viajar todo el día a todas las estaciones, desde luego para mi la mejor opción. Primera parada: el centro comercial más grande del mundo "Dubai Mall"

Tiendas de todo tipo y de cualquier rango de precio, está claro que si queréis ir de compras es visita obligada pero si no tenéis espacio en la maleta como yo, con dar un paseo suficiente. Destacaría el acuario que tienen dentro del propio centro comercial, que probablemente sea tan grande como el acuario del zoo de Madrid.

Hay sitio para la meditación en Hong Kong

Aunque ya estoy en España, los últimos días de mi viaje fueron muy intensos y no pude acabar de postear algunas cosas que se me quedaron pendientes. Una de ellas es el templo y la estatua de Buda más grande del mundo, entrando en el ámbito más cultural y religioso de este pequeño país

Estoy en la isla de Lantau, la isla más grande de las que componen la región de Hong Kong, que curiosamente es la más despoblada de todas. En esta isla además de encontrar uno de los templos budistas más importantes de la región, nos encontramos con la estatua de Buda más grande del mundo. La impresión al llegar es que desde la cima de la montaña donde lo ubicaron se eleva majestuoso como un vigilante de toda la isla.

Macao, donde la expresión lujo asiático cobra sentido

Hoy tocaba excursión a otra ex-colonia europea, más concretamente a la última colonia asiática que hasta 1999 era propiedad de nuestros vecinos portugueses, en efecto estoy en Macao! Apenas  auna hora en un ferry rápido desde Hong Kong y por menos de 20€, merece la pena ver este pequeño estado donde se mezcla la cultura ibérica con la china. 

La ciudad de los mil neones

Aquí sigo recorriendo la ciudad de Hong Kong, tengo que deciros que después de unos días de aprendizaje, puedo decir que me sé mover por la ciudad, algo impensable a mi llegada, lo que os quería enseñar hoy en este post es una de las cosas más llamativas de la ciudad, sus letreros de neón, pero antes una foto de la isla con cielo nocturno despejado.

Ahora volviendo al asunto de los neones, os recomiendo cuando vengáis por aquí, os perdáis y vayáis por la calles menos turísticas o principales, porque no hay peligro de ningún tipo, y porque además podréis ver auténticos rompecabezas de neones colocados estratégicamente para anunciar lo que posiblemente sea un comercio, y digo posiblemente porque se me atraganta un poco el idioma local.

Hong Kong el skyline más marchoso

Después de pasar un tiempo adaptándome a esta ciudad, creo que ya empiezo a manejarme con soltura, por lo menos para moverme por las 20 calles del centro. Esta noche he cogido el ferry que une la península de Kowloon con Hong Kong para poder ver uno de los espectáculos que ofrece esta ciudad, la sinfonía de las luces, que puede verse todas las noches del año a las 20 horas, consiste en la iluminación de los rascacielos de Hong Kong al ritmo de la música que ponen en Kowloon (que es desde donde debe verse)

No he tenido mucha suerte con el tiempo, ya que todos los días que he estado aquí me he encontrado las mismas condiciones, unas nubes bajas parecido a niebla y lluvia, aunque la temperatura es muy agradable, y de máximas llegan a 27º y de mínimas 24º, lo que permite estar en pantalón corto y camiseta todo el día, muy recomendable porque la humedad es del 100%.

Por la mañana he visitado otro de esos puntos de interés, las escaleras automáticas más largas del mundo, la longitud total del recorrido es de 860 metros y se salva un desnivel de 140 metros, son sólo de una dirección, luego la bajada toca a pie!

Durante la subida puedes ver bastantes calles con sus famosos luminosos, también una zona de restauración que está muy bien, porque en apenas 300 metros tienes todos los tipos de comida del mundo incluyendo un español, pero lo que llama la atención es el uso del bambú como andamio, es verdad que se lleva utilizando desde hace milenios en esta zona del mundo, pero cuando lo ves en edificios de 80 plantas impresiona que esa estructura no colapse.

Mañana más!

Hong Kong, la mega ciudad estratificada

Después de unas interesantes 13 horas de vuelo, por fin llego a Hong Kong,  me voy acercando a casa, sólo estoy a 10.554 Kms, no os aburriré con datos de la wikipedia, pero si recalcaré el hecho de que esta ciudad-estado es la más densamente poblada de la Tierra, a efectos comparativos, Madrid comunidad autónoma tiene un densidad de población de 5.204 personas por km cuadrado, Hong Kong que es como un barrio de Madrid en extensión y tiene 6.544 personas por km cuadrado, vamos uno encima del otro y para muestra una imagen.

Pues como esa fotos que veis arriba es toda la ciudad, una sucesión que parece no tener fin de rascacielos, y no estamos hablando de bloques de 30 o 40 plantas, estamos hablando de 70 u 80 pisos!
Aunque crecer a lo alto no es suficiente para dar cobijo a los 7 millones y medio de habitantes de esta isla, entonces la solución es reducir el espacio, esto qué quiere decir, que en esos inmensos bloques los apartamentos son de entre 10 y 30 metros cuadrados, lo sé porque hay muchísimas inmobiliarias y aunque mi cantonés es algo pobre, de números algo entiendo. Y para muestra otra imagen, la de mi habitación de hotel de unos asombrosos 9 metros cuadrados

Para futuros visitantes de NZ

Antes de cerrar este capítulo del viaje, me gustaría dar unos consejos prácticos que vendrán bien para toda esa gente que en algún momento planea venir a NZ.

Lo primero es hablar de tiempos, aunque la isla norte se mantiene más o menos en el mismo rango de temperatura, la sur no, y desde que acaba su verano se aprecia una disminución de la temperatura bastante sensible, en cuanto al tiempo de visita, os diré que la isla norte se puede visitar bien en una semana pero para ver más y disfrutar más yo recomendaría 9 días, así te aseguras de no dejarte nada.

En cuanto a la sur, un mínimo de 12 días sería lo recomendable, a partir de ahí lo que podáis, recordad que en el sur se puede hacer de todo, desde esquiar, hasta volar en planeador, pasando por rutas a pie de 5 días o mountain bike, el abanico es inmenso. 

El segundo consejo y aunque es un poco obvio, es llevarlo bastante preparado, siempre que paréis y habléis con alguien os recomendará algo, algo que es bastante interesante pero el tiempo es finito y aunque te gustaría hacer todo, hay que renunciar a algo. 

Y por último, el tercer consejo y más importante, si cogéis una caravana, da igual el tamaño tened en cuenta dos cosas, uno que no podéis medir más de 1,83 porque entonces vuestra cabeza peligra, y segundo hay que ser campeón regional de tetris, el orden y la colocación es básica para todo, el “dejo ahí las zapatillas” no vale, y se volverá contra ti, te lo aseguro en cuanto tomes una curva o frenes más de la cuenta.

Si alguien quiere más info para prepararse que me escriba, que aunque he puesto bastante en el blog, no es ni un 20% de todo lo que hemos hecho en estas lejanas islas.

Christchurch, una ciudad devastada

Por fin llegamos a la última ciudad de nuestra ruta por Nueva Zelanda, estamos en Christchurch a 19.577 kms de Madrid, la impresión que nos causa al llegar al centro del ciudad es bastante diferente a todo lo que hemos visto en este país y nos hace pensar, qué ha pasado?

Lo que queda de la Catedral

Se ve destrucción como si de una zona de guerra se tratase, edificios abandonados con los cristales rotos, otros destruidos a la mitad como si una bomba se hubiese llevado la otra mitad, montones de escombros donde deberían estar rascacielos y más edificios abandonados, y lo más curioso de todo, gente caminando como si de una ciudad normal se tratase, algo se nos escapaba y teníamos que saber el qué.

De Omarama a Christchurch, los emplazamientos de la Tierra Media

En Omarama no busquéis nada, por no entrareis nada más que un Top10, una gaoslinera y 5 casas, pueblo de paso, es el que abre el camino a la carretera que más he disfrutado conduciendo de todo Nueva Zelanda.

Monte Cook

Saliendo de Omarama por el camino de los lagos y en dirección al monte Cook, la montaña más alta del país con 3.724 metros de altitud. Rápidamente empiezas a ver las regiones de la Tierra Media, la primera de ellas es Rohan, se aprecia perfectamente la pequeña colina rodeada de picos nevados donde estaba el castillo dorado y sus prados donde en vez de encontrar caballos, se encuentran miles de ovejas y vacas. Una vez dejas atrás Rohan y te acercas al monte Cook, llegas al lago Pukaki, más conocido por la película de El Hobbit, donde está situada la ciudad sobre el lago y al fondo majestuosa EreborLa montaña de los enanos, que no es otra que el monte Cook.

Moreaki

De camino a Omarama y a una hora de Dunedin teníamos que parar en estas formaciones geológicas tan especiales, las Moreaki son como veis en las fotos, piedras totalmente esféricas, que han obtenido esta forma mediante la erosión durante miles de años.

Dunedin, el reflejo inglés en la Tierra Media

Aquí estamos en Dunedin a 19.269 kms de casa, al llegar a esta ciudad con marcado carácter inglés, se empiezan a ver las famosas formas arquitectónicas, como son las casas victorianas, su famosa estación de ferrocarril y el único castillo de toda Nueva Zelanda.

De todo a lo que aquí llaman ciudad, tengo que decir que la única que cumple mis requisitos para serlo, es Dunedin, cosmopolita a su manera, con más vida que el resto y con bastante más población, puedo decir que he encontrado la ciudad más grande de la isla sur.

Milford Sound, sin palabras

Después de un recorrido de 2 horas donde pasamos por todos los climas y paisajes posibles llegamos a Milford Sound, por el camino empezamos por la llanuras doradas que tan bien se aprecian en El Señor de los Anillos cuando vemos Rohan, pasamos por los boques antiguos y cerrados que apenas dejaban pasar la luz del sol, que tan bien se ven en El Hobbit en el bosque negro, y pasamos por las montañas más altas del país que rondan los 2.500 y 3.000 metros que claramente recuerdan a las montañas nubladas de los libros de Tolkien; todo esto acompañado de sol, lluvia, niebla, viento and repeat.

Por qué todo visitante de la isla sur de Nueva Zelanda debe visitar este pequeño pueblo? Una imagen vale más que mil palabras

Wanaka y Queenstown

La parada en Wanaka, a 19.281 km de casa, que en principio sería simplemente técnica para dormir y salir lo más temprano posible, para visitar Queenstown y acabar en Te Anau, se convirtió en algo más ya que la belleza de este pequeño pueblo se reveló como algo digno de admirar, y para demostrarlo aquí tenéis una foto.

Una vez admirado el paisaje partimos hacia Queenstown, la ciudad de la aventura, como se la conoce aquí. La verdad que la primera impresión al llegar fue la de encontrarme en Andorra, por la forma de la ciudad, la arquitectura, los comercios… Para que lo entendáis esta ciudad está enclavada entre un lago y las montañas que albergan la mayoría de estaciones de esquí del país, por la calle multitud de locales que ofertan, además de los típicos servicios de alquiler de material para el ski y el snow, actividades como paracaidismo, puenting, ski acuático y un sin fin de actividades de las que soy fiel seguidor. Aunque me hubiese encantado, no hice nada ya que aún es pronto debido a mi accidente del año pasado en la espalda.

Franz Josef Glaciar

Tras pasar una noche movida, debido a un gran temporal que azotó la caravana aquella noche, salimos dirección a unos de los glaciares más especiales del mundo. Antes de enseñaros fotos y datos de ese glaciar, os diré que realmente fue un gran temporal el que pasó esa noche, conforme recorríamos la carretera vimos muchos árboles centenarios tumbados o partidos, al principio pensamos que era por la mano humana, pero cuando vimos que esos árboles daban lugar a grandes extensiones de bosque dañadas, nos dimos cuenta que el viento y la lluvia habían causado estragos esa noche.

                             

En cuanto al Franz Josef, os daré un par de datos, el primero que es el glaciar más bajo a nivel del mar del mundo, con apenas 300 metros sobre el mar se alza imponente en la montaña. El segundo dato también lo hace bastante especial y es que éste glaciar es el que se mueve más rápidamente del mundo llegando a 70 centímetros al día.

Picton llegada a la isla sur

Una vez cogimos el ferry desde el puerto de Wellington, nos esperaban tres horas de ruta hasta llegar a Picton, a 19.821 km de Madrid, la primera “ciudad” de la isla sur. Tengo que decir que el trayecto, aunque sean tres horas, en ningún momento se hace largo, se trata de un enorme barco de 10 pisos, donde puedes encontrar desde cines hasta piscinas de bolas, pero más allá de eso, lo que te ofrece ,una vez atraviesas el estrechos de Cook que separaba ambas islas, es un paisaje increíble, lo podéis apreciar en las fotos, lo que no podéis apreciar es el cambio de temperatura, ya que en el sur se empezaba a notar el frío otoñal.

Una vez el barco atraca en el puerto, salimos, cogemos las maletas y nos dirigimos a una caravana que se parece bastante a la que contraté por internet y en la que parece estar un hombre esperando. Una vez confirmamos que es la nuestra, el hombre nos empieza a explicar todo lo necesario de dicho vehículo que sería nuestra casa durante una semana.

Wellington, la capital

Una vez acabamos en Lower Hutt, con lo deberes hechos, de vuelta al coche y otra vez en la carretera, en menos de 20 minutos llegamos a una de las capitales más pequeñas y menos pobladas del mundo, Wellington. Cuando os digo que es pequeña, es que realmente es pequeña, apenas dos calles donde se aglutinan los comercios y los restaurantes, otro par de calles para el distrito financiero, el puerto, y el resto zona residencial

Wellington que está a nada menos que a 19.877 kms de la capital española, tiene un monte o colina que separa la ciudad en dos partes, el monte Victoria, que es un parque donde los lugareños practican deportes al aire libre, una vez arriba se observa por un parte la zona residencial y el aeropuerto, por otra parte el “centro”, el distrito financiero y el puerto.

Lower Hutt, la antípoda geográfica

Creo que rara vez uno tiene la oportunidad de visitar la antípoda exacta del lugar donde vive / trabaja, yo he tenido la gran suerte de poder tener esa oportunidad, y aquí relato ese momento tan especial.

A la salida de Rivendel, cogimos otra vez el coche, esta vez con unas coordenadas exactas, ya que durante la preparación de esta aventura estuve consultando varias webs, donde te explicaban cual era el punto exacto, donde si literalmente haces una agujero en el suelo y atraviesas la Tierra, apareces en casa, bueno pues ese punto está para todos lo que vivimos en Madrid, más o menos es Lower Hutt, un pueblo de la periferia de Wellington, tengo que decir que dicho pueblo es bastante grande así que dependiendo de la zona de Madrid donde vivas tendrás que ir a uno u otro sitio.

Una vez allí la verdad no esperéis sentir una sensación “especial”, simplemente es un sitio como cualquier otro que tiene la cualidad de estar justo debajo de casa, pero si que fue divertida la experiencia. Una vez hecho para casa, tocaba lo mismo para el trabajo ya que nos guste o no pasamos mucho tiempo allí.

Rivendel, la casa de Elrond

Dejando atrás el paréntesis de Martinborough volvemos a lo que nos atañe, La Tierra Media, hoy tocaba visitar el bosque de Rivendel, donde todos recordareis está la casa de Elrond.

Al llegar empezamos a ver esta especie de monolitos élficos tallados en madera, donde podías encontrar información tanto en élfico como en inglés sobre datos relevantes de tan especial bosque.

Martinborough, los viñedos de Nueva Zelanda

Después de tanta emoción, paseos por Hobbiton, por Mordor y por la Luna, ahora tocaba un poco de descanso, nos hemos venido a Martinborough, a 19.923 km de Madrid, un pequeño pueblo de apenas 1.400 habitantes, pero que concentra la mayor cantidad de bodegas de NZ.

Obviamente las bodegas no son como las de España, ni los campos de viñas son de la misma extensión, pero también tiene su encanto. Después de ir al centro de pueblo e informarnos en el Wine Center, nos dirigimos a visitar alguna de las múltiples bodegas de la zona, todas están abiertas a los turistas y son realmente baratas.

Como nota curiosa os diré que aquí las bodegas no son muy antiguas, ya que la tradición del vino llegó aquí sobre los 80, no tienen denominaciones de origen como en España, con lo que a los vinos le ponen el nombre de la variedad de la uva.

Lo mejor de Martinborough y en los coincidimos los dos, fue en el cielo nocturno, como ya sabéis tuve la mala experiencia del Mauna Kea, pero esta noche en medio de los viñedos, vimos el cielo más estrellado de toda nuestra vida, simplemente espectacular! No hay fotos, porque para poder fotografiar algo así se necesita una cámara que no tenía a mi disposición. 

Pero tuvimos la gran suerte de que primero era una noche despejada, segundo que estábamos a la afueras del pueblo con escasa iluminación y por último que no había Luna, por lo que el resultado no podía ser más óptimo.

Los cráteres de la Luna

Aunque no lo tenía pensado para este viaje, siempre me ha apetecido conocer la Luna, ese pequeño satélite que nos alumbra en las noches oscuras, casualidades de la vida, aquí en Taupo he encontrado una zona con actividad volcánica que se hace llamar como el título del post, no podía desperdiciar  la oportunidad de ver algo así.

Es algo que yo jamás había visto antes, aunque la verdad para poder verlo se tienen que dar una serie de características bastante especiales, por un lado estar en una zona con actividad volcánica, por otro lado, tener un suelo permeable que permita la filtración de agua, y por último, lo más importante, agua a raudales, porque está siempre humeando!

Huka Falls

Recorriendo este maravilloso paisaje que ofrece Nueva Zelanda, llegamos a Taupo a 19.843 km de casa, una ciudad bastante grande en el centro de la isla norte, a una hora y media del Tongariro. La ciudad se ve con bastante vida, confluyen muchos tipos de personas, los amantes de la aventura, los apasionados del deporte, los frikis de la Tierra Media y alguno que otro que cruza despistao...

Pero dejando la ciudad a un lado lo que nos interesa de esta ciudad son las Huka Falls, que aparecen en la segunda película del Hobbit, cuando los enanos huyen en los barriles por el río.

Huka Falls